Ya han pasado más de dos años desde que comenzó la Primavera Árabe con los levantamientos populares en Túnez y en Egipto. La situación sigue siendo incierta en prácticamente el conjunto del mundo árabe, con diferencias entre los diferentes países y regiones.
A pesar de que ha habido progresos significativos a la hora de promover reformas democráticas, hay todavía muchos obstáculos que superar para que se consoliden con éxito estas transiciones. La Unión Europea ha publicado este informe en el que se explica de qué manera ha respondido a los sucesos acontecidos en los países vecinos del Sur.
Apoyo a la transición política Casi desde los primeros días de la Primavera Árabe los líderes europeos, incluido el Presidente del Consejo Europeo Herman Van Rompuy, el Presidente de la Comisión Europea Jose Manuel Barroso y la Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad Catherine Ashton visitaron con frecuencia la región para expresar el compromiso político de la Unión Europea. Se ha designado un Representante Especial de la UE para el Mediterráneo Sur, quien ha organizado grupos operativos de alto nivel con Túnez, Jordania y Egipto.
El apoyo a las elecciones ha sido uno de los puntos prioritarios de la UE y se han llevado a cabo misiones de observación en Túnez, Jordania y Argelia. Además, la UE proporcionó asistencia técnica para ayudar a las autoridades a organizar elecciones en Túnez, Libia, Egipto y Marruecos, y apoyó a las organizaciones de la sociedad civil a sensibilizar a la población y a formar a observadores electorales domésticos.
El papel de la sociedad civil es crucial a la hora de contribuir al debate democrático y de asegurar una mejor responsabilidad pública. La Comisión Europea creó el Instrumento para la Sociedad Civil para apoyar a las organizaciones de la sociedad civil a promover reformas. La nueva Dotación Europea para la Democracia también tiene como objetivo promover los movimientos político-sociales emergentes y las organizaciones locales.
Apoyo a la transición económica Durante los últimos dos años, la situación económica en varios de los países en transición se ha deteriorado notablemente. El apoyo de la Unión Europea para estimular un crecimiento económico sostenible es crucial para la promoción de instituciones democráticas, siempre y cuando los países de la región contribuyan en la promoción de un entorno favorable para la inversión, el trabajo y el crecimiento. Un colapso económico implicaría un fracaso político de la transición. Por ello, el apoyo de la Unión Europea es más urgente que nunca para avanzar en el proceso de transición.
Además de los 3 500 millones de euros programados para el periodo de 2011-2013, la Unión Europea facilitará unos 700 millones de euros a través de nuevas subvenciones para los países vecinos del Sur, en especial a través del programa SPRING (Support for Partnership, Reform and Inclusive Growth), que propone fondos adicionales para los países vecinos del Sur que muestren su compromiso y progreso en las reformas democráticas.
Los grupos operativos de alto nivel mencionados anteriormente han facilitado una coordinación óptima para futuras inversiones entre las instituciones de la Unión Europea, los Estados miembros, el Banco Europeo de Inversiones, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y otras instituciones financieras internacionales.
El Consejo aprobó directrices de negociación para un acuerdo de libre comercio profundo y completo con Marruecos, Jordania, Egipto y Túnez en diciembre de 2011. Las negociaciones con Marruecos empezarán a principios de 2013. La Comisión lanzó una iniciativa de agricultura y desarrollo rural (ENPARD) para mejorar la productividad agrícola. La UE está financiando además programas para impulsar las pymes y reducir el desempleo.
En materia de medio ambiente, la UE ha seguido respaldando la limpieza del Mediterráneo a través de la iniciativa Horizonte 2020. En cuanto al ámbito de la energía, la Unión Europea ha intensificado el apoyo a las reformas de mercado y a la integración regional y va a respaldar la creación del Plan Solar Mediterráneo junto con la Unión por el Mediterráneo.
Desarrollo de contactos entre personas La Comisión Europea lanzó en 2011 diálogos sobre migración, movilidad y seguridad, con vistas a acordar asociaciones de movilidad con Túnez y Marruecos. Una vez que se concluyan las asociaciones de movilidad, el siguiente paso será solicitar mandatos de los Estados miembros para futuras negociaciones de acuerdos de facilitación de visados y acuerdos de readmisión. Además, se han concedido fondos adicionales a los programas Erasmus Mundus, Tempus y a la Fundación Europea de Formación. Mejora de la cooperación regional
La Unión Europea ha renovado su compromiso con las organizaciones regionales. La UE se hizo cargo de la Presidencia Norte de la Unión por el Mediterráneo en 2012. Por otra parte, la Unión Europea y la Liga de Estados Árabes acordaron una declaración política y un programa de trabajo conjunto en noviembre de 2012. Recientemente la Comisión Europea y la Alta Representante publicaron una Comunicación conjunta en la que se fomenta la integración regional en el Magreb.
Los eventos que están teniendo lugar en Oriente Medio y en el Norte de África desde el comienzo de la Primavera Árabe están tomando proporcionas históricas que no solamente moldearán el futuro de la región, sino que tendrán repercusiones mucho más allá de los países afectados.
La Unión Europea se ha comprometido en proporcionar un apoyo a largo plazo a todos los países árabes que lleven a cabo una transición democrática, y les ayudará en sus esfuerzos para superar los obstáculos a los que tengan que enfrentarse. La asociación con los nuevos gobiernos se desarrollará en función de sus respectivos avances. Además, también seguirá apoyando a la sociedad civil y a las organizaciones no gubernamentales con el objetivo de crear y mantener culturas democráticas en los países árabes.
Información remitida por la Delegación de la Junta de Andalucía en Bruselas
