La Fundación Euroárabe presenta del 26 de septiembre al 20 de octubre, la obra del artista marroquí Abdelkarim Bentato, en la exposición titulada “Azir ⴰⵣⵉⵔ, Romero”.

Azir ⴰⵣⵉⵔ, Romero

Exposición de Abdelkarim Bentato

  • Inauguración, miércoles 27 de septiembre, a las 19h.

Periodo expositivo: del 26 de septiembre al 20 de octubre, 2023

Horario de visitas: de lunes a jueves en horario de 9h. a 14h. y de 17h. a 20h.

Viernes tarde, fines de semana y festivos cerrado.

La Fundación Euroárabe alberga en su sede de Granada la obra del artista marroquí Abdelkarim Bentato, en la exposición titulada “Azir ⴰⵣⵉⵔ, Romero”.

La muestra que se presenta en Granada se enmarca en la programación de la Cátedra Internacional de la Cultura Amazigh creada en 2014 por la Fundación Euroárabe con el patrocinio de la Fundación Dra. Leila Mezian (Casablanca-Marruecos).

Azir ⴰⵣⵉⵔ, Romero: el color de lo amazigh

El Rif, al margen de su particular geografía, encierra todo un mundo fantástico: símbolos, tatuajes milenarios, cuentos, ritos, artesanía, etc.

Es en este universo donde  Abdelkarim Bentato, originario de Alhucemas, se inspira y se impregna para dar luz a sus pinturas. En ellas los colores y las texturas rinden homenaje al Mediterráneo, ese Mare Nostrum que refleja la mirada del otro y donde la mujer amazigh es entronizada

Abdelkrim Bentato por Ahmed Mgara

Bentato realza el entorno de su trabajo con la presencia de los amigos del arte y de sus creatividades.

Los talleres o estudios de los artistas son residencia de ermitaños sufíes, templos donde la luz anida su perdición. Ahí crean sus propios mundos para ofrecérselos a quienes los pudieran necesitar. Ahí llegan a sus erupciones los volcanes del alma que amalgama cada artista entre los sienes de sus entrañas. Sin que se cansen, las estrellas se le van acercando con reverencias de inspiraciones sublimes, propias de artistas de altos vuelos y profanan sus sacros talleres con inspiraciones innovadores.

Bentato, cautivo de la vida y de un camino peculiar, inundado por silencios que siempre dan qué pensar, posee su propia almohada para descansar, su misma paleta de iris confuso que destella los colores sobre virginidades de papel o telar.

Bentato canta con su pincel, baila al son de la pintura que pocos pueden entender, diversifica su temática con maestría, yendo hacia los sueños de un bohemio mundanal.

Confieso, si he de confesar, que el arte que derrama Bentato encierra secretos con luz propia y con sombras ajenas; derrama sus venas y arterias desde el paraninfo de su sensualidad al ejecutar sus sentires con la sensualidad de una guitarra y la sílice de un alma herida, con bridas.

Muchas veces, dura y cruda, gris y árida, la pintura de Bentato tiene virtud profunda y vocación de granito, duro y estrujado por vivencias de cada día con gentes de rebeldía, con cenizas en las lenguas y dardos en sus ansias.

Grita y calla, a la vez, lo que por su mente deambula, lo que por su cuerpo hierve … siempre en busca del perfume y del aroma del alma alegre que edifica con su textura.

Abdelkrim Bentato, amigo e ídolo, decide abrir su pequeño mundo, con caminos nunca pisados, y someterse a preguntas versátiles, a visiones de otros seres que buscan en su taller respuestas a ese enigma que lleva por sombra el aguilucho plasticista de la cordillera más refinada y agreste del lugar.

Aquí le dejo un ramillete de admiraciones, desde mi ausencia y lejanía del ruido mundanal. Le dejo mi oración para que siga buscando esa libertad que ya tiene en los pliegues de sus lienzos y en fulgor de sus colores.

Obras son pinturas, cuando las moldea Bentato. Nunca sabremos cuándo le llegó la madurez, nunca sabremos de qué verso llovió su maestría.

Tetuán, cierto día que no es cualquiera.

Ahmed Mgara

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