"GENÉTICAS HOMÓLOGAS" DE ASUNCIÓN JÓDAR
Fundación Euroárabe. Mayo a Junio, 2006
Coincidiendo con el Día Mundial de la Mujer, el 8 de marzo, la Fundación Euroárabe de Altos Estudios inauguró la exposición “Genéticas Homólogas. Sabidurías aseadas, reflejos asediados” de Asunción Jódar.
En esta exposición las reflexiones sobre lo común y lo diverso entre distintas culturas son indudablemente temas que abren caminos cercanos para el entendimiento. En este caso con Géneticas Homólogas, la reflexión y el estudio se materializa desde el punto de vista de las artes visuales y la creación.
Mujeres europeas, mujeres musulmanas, de tiempos coincidentes y espacios geográficos diferenciados, que muestran acercamientos en formas y actitudes así como diferencias en lo cotidiano de sus realidades.
Las riquezas de estas similitudes y diferencias nos hablan a través de la obra pictórica y las fotografías que Jódar ha traído a nuestro presente en esta exposición. Mujeres de su propio espacio personal que conviven en perfecta armonía con mujeres del otro lado del Mar.
Las obras de esta exposición, dice Asunción Jódar, no están basadas en ninguna realidad, sino en las aristas de las verdades inalcanzables para los hechos.
La mayor parte de los cuadros tienen como protagonistas fotografías de mujeres musulmanas realizadas entre los años 30 y 80 del pasado siglo. Mujeres de Egipto, de Irán, Argelia, Marruecos y Afganistán. Las caras y las cabezas de las fotografías se utilizan en los cuadros con la finalidad de retener las miradas de las mujeres.
¿Quiénes eran o quienes pudieron haber sido? Sus rostros han sido reproducidos, ampliados y recreados en acetatos transparentes y después cosidos a los lienzos en el momento inicial de la obra, con el convencimiento de que generarían reflejos de verdades alternativas e infinitas sobre espacios cotidianos e íntimos de duermevela vigilada solamente por la sombra protectora de la muerte”
“Las miradas y los besos que tienen los atardeceres como destino están representados en dos obras: Miradas y besos y El mundo escondido.
Las dos caras de las protagonistas pertenecen a una misma imagen y, sin embargo, parecen distintas, mostrando así el espejismo de la realidad y consiguiendo convertir en distinto lo semejante”.
Asunción Jódar
“En las obras La madre tierra y El niño crece y el pelo crece: mi llanto es por ti, tú que habitas el polvo los acetatos que reflejan las cabezas de mujeres jóvenes -melancólicas mensajeras del pasado- son los elementos formales que se cosieron en primer lugar sobre los amarillos desleídos de los lienzos.
Estas primeras imágenes, instaladas como dueñas absolutas de sus cuadros y del devenir de la obra, quisieron en El niño crece… tener un complicado vestido de luces, unas botas, un jardín y un perro extraño. En las manos, un recuerdo de niñez y, como admirador, un feo y falso esqueleto musitando un antiguo refrán egipcio. La Madre Tierra, en cambio, sueña con besos de Man Ray y descansa arropada con todas las mujeres de las que está formada.” Asunción Jódar.
