Afganas enfrentan mayores obstáculos

Os trasladamos aquí el artículo de Aline Espinosa Gutierrez en el portal mexicano CIMACNOTICIAS, del pasado 24 de septiembre, sobre la situación que sufren las mujeres afganas tras la entrada en el poder de los talibanes y la vuelta atrás a la omisión de derechos fundamentales para las mujeres.

ue AFGANAS ENFRENTAN MAYORES OBSTÁCULOS

Escrito por Aline Espinosa Gutierrez 24 septiembre, 2021

CIMACNOTICIAS. Periodismo con perspectiva de género

- Imagen retomada de ONU Noticias

Las mujeres afganas hoy enfrentan mayores dificultades, algunas por los estragos que han dejado las guerras en su territorio y otras por las medidas extremistas y misóginas que los talibanes les impusieron desde su llegada a fin de reducir toda su cultura para justificar la dominación y deshumanizarlas, pero ellas han unido fuerzas para alzar su voz y protestar porque sus Derechos Humanos sean respetados, coincidieron académicas y especialistas en temas del oriente. 

En un evento virtual -organizado por Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG)- las académicas y especialistas explicaron que las mujeres afganas siempre han sido un “instrumento” utilizado en las guerras e invasiones para generar más miedo, pero en 20 años, estas ciudadanas han trabajado por impulsar sus derechos, fortalecer sus saberes y reconocerse como sujetas activas de su sociedad, por lo que a pesar de correr diversos riesgos, muchas de ellas están pelando contra las medidas extremistas de los talibanes. 

Por tales razones, detallaron, es importante que la voz de las mujeres afganas sea escuchada por la sociedad porque son ellas quienes vivieron hace 20 años el contexto violento y opresor de los talibanes en su primer régimen en Afganistán y ahora son ellas quienes han dicho que van a luchar, planear, y unirse para que sus derechos no sufran retrocesos y dispongan de espacios seguros. 

Los talibanes, dijeron, han tergiversado la religión islámica para hacer creer que sus argumentos misóginos tienen como fin preservar el bienestar entre hombres y mujeres, pero no es así. Este grupo extremista “ha reducido la cultura de Afganistán a unas leyes tribales y radicales que se obsesionan con la imagen de la mujer, las deshumanizan  y nadie puede hablar en nombre de ellas, declaró la académica en género de la Fundación Euroárabe de Altos Estudios en España, Asma Lamrabet. 

Cabe recordar que el 15 de agosto, los talibanes llegaron a Kabul, la capital de Afganistán, luego de que las tropas estadounidenses se retiraron de este país. Desde entonces, este grupo extremista aseguró que respetaría los derechos de las mujeres, sin embargo, medios de comunicación internacionales han reportado que las ciudadanas afganas han sido excluidas de las escuelas, las funcionarias suspendidas, las periodistas despedidas y las defensoras perseguidas. 

Las especialistas señalaron que la sociedad externa a Afganistán cree que las mujeres afganas no tienen agencia, es decir que viven absolutamente reprimidas y silenciadas, lo que también es un acto de violencia hacia ellas porque no reconocen que los avances logrados hacia ellas, como tener un trabajo, participar en la política, asistir a las escuelas, entre otros, son resultado de su lucha e insistencia por años. 

“No debemos intentar hablar por ellas, sino escucharlas. En este esfuerzo de comprender la situación de las mujeres afganas tenemos que intentar tener los conocimientos mínimos sobre cultura islámica y de cómo se han construido las disciplinas islámicas a lo largo de la historia, no podemos hablar de una sola sharía (ley islámica), como si la única que existía fuera la interpretación de los talibanes”, agregó la profesora de la Facultad de Filosofías y Letras de la UNAM, Tzitzi Janik Rojas Torres. 

Para las especialistas el discurso implementado por Estados Unidos sobre Afganistán y países del oriente se reduce a una “guerra contra el terror y su cultura es un enemigo” cuando en realidad existen distintas variantes, donde hay mujeres que les gusta llevar el hiyab, usan ropa de colores, accesorios y no todo su contexto se reduce a bombas y muerte, por ello es necesario que la población se informe sobre la historia de Afganistán para no estigmatizar ni victimizar a las mujeres. 

Resaltaron que si la sociedad se sensibiliza acerca de la historia es un ejercicio de empatía hacia las mujeres afganas y de impulsar las voces de quienes trabajan a favor de los derechos de ellas, las defensoras afganas, Aryana Sayeed, Yalda Royan, Nilofar Ayoubi, Mariam Atahi; periodistas, como Madhuban Serga o Farahnaz Forotan; las que colaboran en la iniciativa “Women Report Aghanistan” que se publica en “The Guardian”; y gobernadoras y políticas, como Salima Mazari, Zarifa Ghafari o Uzra Jafar. 

El activismo de las mujeres no es nuevo en Afganistán, sino que se ha ido transformando y tomando fuerza. “Es cuestión de escucharlas, de saber que el panorama actual no es de ahorita, que ahorita es más evidente porque siempre las han dejado solas, pero esta no vez no van a esperar y hay políticas fuera de este país que están trabajando a favor de que se proteja la vida de las afganas”, añadió la periodista especializada en temas sobre palestina, Nofret Hernández Vilchis. 

Asimismo, agregaron las especialistas, otra forma de apoyar a las afganas es compartir proyectos que las muestran como realmente son, por ejemplo, la asociación “Abar Zanan”, fundada por la fotógrafa Rada Akbar, se enfoca en celebrar la fortaleza de las mujeres afganas y de redescubrir las aportaciones que ellas han hecho en la historia de su país.

Enfatizaron que es necesario que se produzca un cambio cultural que visibilice que las mujeres “serán utilizadas como instrumentos para infundir miedo, son las primeras y que mayormente son afectadas en contextos de guerra” sin importar el país, por ello es importante que la fortaleza y valentía de las afganas sea reconocida y documentada para reconocer su papel como seres autónomos. 

Exigieron que los países que han intervenido e invadido Afganistán cumplan con los compromisos que tuvieron con las mujeres y niñas, que los talibanes garanticen los acuerdos hacia los derechos de las ciudadanas, y que las organizaciones internacionales desarrollen mecanismos junto con las afganas para atender la crisis humanitaria y asegurar los recursos económicos. 

21/AEG/LGL

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