Carola García-Calvo: “En seguridad y prevención del terrorismo yihadista hay que asumir un enfoque de género”

La migración (o hijira) de mujeres de Europa Occidental para unirse a las filas del autodenominado Estado Islámico (ISIS) es un hecho. No hay más que atender a las cifras. Según el Institute for Strategic Dialogue, de los 4.000 individuos de Europa Occidental que se han sumado a ISIS hasta el momento, 550 son mujeres (un 13,7% del total), y muchas de ellas españolas. De este tema hablamos con la investigadora del Real Instituto El Cano, Carola García-Calvo, quien mantiene que “a la hora de definir respuestas desde el punto de vista de la seguridad y la prevención, hay que asumir un enfoque de género".

- Carola García-Calvo durante su intervención en las jornadas sobre "Seguridad, Terrorismo y Radicalización" celebradas en la Fundación Euroárabe.

Un fenómeno nuevo

La movilización de las mujeres a las filas del autodenominado Estado Islámico (ISIS) es un fenómeno nuevo, de apenas tres años atrás. El verano de 2014, con el establecimiento del califato en territorio sirio-iraquí y el auge de la organización terrorista ISIS, supuso un punto de inflexión. Desde mediados de los 80, cuando se fundó la organización terrorista Al Qaeda, el papel de las mujeres había sido muy reducido. Carola García-Calvo expresa: “Al Qaeda tenía una visión muy conservadora y rigorista, en la que la mujer quedaba relegada al papel de esposa y de acompañante de los hombres, quienes se implicaban efectivamente en actividades terroristas”.

En 2014 esto cambió, concretamente, con la alocución de Abu Bakr al-Baghdadi desde la mezquita de Mosul en el mes de junio, en la que realizó un llamamiento a hombres y mujeres a realizar la migración o hijira al califato. Hasta el momento, no se había realizado ningún llamamiento explícito a las mujeres. Según García-Calvo, “se les instaba, no sólo a emigrar, sino a contribuir a la expansión del califato. El objetivo era captar a mujeres que trajeran al mundo a una nueva generación de yihadistas”.

 

El perfil de las mujeres yihadistas

Este hecho tuvo consecuencias inmediatas en Europa Occidental. Concretamente, en España, donde, de los 208 individuos que se han trasladado al califato desde 2013, un 10% (21) son mujeres, según el Real Instituto Elcano. Pero, ¿cómo son las mujeres españolas que han sido movilizadas por el yihadismo?

Carola García-Calvo afirma, en relación con el estudio realizado por el programa de Terrorismo Global del Real Instituto Elcano, que, si bien predomina la diversidad, se identifican algunas variables: “Se trata de mujeres muy jóvenes. Si la edad media de los hombres que se suman a las filas de ISIS es de 33 años, en las mujeres es siete años menor”. Ello guarda coherencia con la estrategia de ISIS de captar mujeres cuya identidad está en proceso de formación, lo que las hace especialmente vulnerables.

Además, todas las mujeres detenidas están solteras, a diferencia de los hombres. “La propaganda de ISIS se focaliza en mujeres muy jóvenes, sin cargas familiares”, señala García-Calvo. En cuanto a la formación, no se encuentra en la muestra a ninguna mujer analfabeta, sino que “la mayoría había alcanzado, incluso superado, los estudios secundarios, mientras que muchos de los hombres detenidos carecían por completo de formación reglada”.

Otro punto a señalar es el grado de asimilación cultural. “La mayor parte de estas mujeres son de nacionalidad española, por lo que sus procesos de radicalización se llevaron a cabo en nuestro país. Se trata, pues, de un fenómeno autóctono o homeground”, destaca la investigadora.

 

La maquinaria propagandística de ISIS

Si el perfil de las mujeres radicalizadas es diverso, lo son también las motivaciones que las llevan a abandonar sus hogares. Estas están, la mayoría de las veces, en el terreno de lo personal o afectivo. “La estrategia de ISIS hacia las mujeres ha ido siempre muy unida a cuestiones de carácter emocional, pues se les vende la idea de casarse con un muyahidín en el territorio yihadista, un héroe atractivo y luchador”, apunta García-Calvo.

Existe coincidencia entre hombres y mujeres en el terreno de las causas existenciales e identitarias. “Con la radicalización, hombres y mujeres tratan de definir una identidad nueva, tras la crisis por la pérdida de un ser pedido, episodios dolorosos o la falta de un horizonte vital”.

Por otro lado, las motivaciones de índole ideológico-utilitaria predominan en los varones, pero son minoritarias en el caso de las mujeres. Así, los hombres tienden a apoyarse en los principios y valores del salafismo yihadista o en razones utilitarias, como el estatus social o el salario.

 

Un rol de madres y esposas

Una vez trasladada su residencia a las tierras de ISIS, el papel de las mujeres dista mucho de ser activo. En palabras de Carola García-Calvo, “el rol de la mujer dentro de la organización es ultraconservador y ajustado a una interpretación rigorista del credo islámico. Se trata de un papel muy pasivo, limitado al ámbito de lo doméstico, el ser madre y esposa”.

No obstante, esta realidad contrasta con la propaganda. “Se distribuyen imágenes de mujeres con armas, en sintonía de la visión más igualitaria de hombres y mujeres existente en Occidente. Esas imágenes sirven como atractivo en la captación de mujeres”. La realidad con la que estas mujeres se topan al llegar al califato es muy diferente. “Se concibe a la mujer casi como una máquina de reproducción”, afirma la investigadora.

En relación con la captación de mujeres por parte de ISIS, esta se produce predominantemente en el entorno online (redes sociales, mensajería móvil, foros y blogs), en contraste con la radicalización masculina, que se lleva a cabo de manera offline, por contacto personal.

Aquí cabe destacar que ISIS potencia la capacidad de las mujeres para la captación y radicalización de otras mujeres occidentales, a través de Internet y las redes sociales. “Quizás estemos ante un cambio en la estrategia de captación de mujeres, en la que se les dé un mayor protagonismo en sus propias sociedades de origen”, apunta García-Calvo.

Perspectivas de futuro

Así pues, es probable que se produzca una evolución de la implicación de las mujeres radicalizadas en Europa Occidental hacia un papel más activo en la preparación o comisión de atentados en sus países de origen. No puede olvidarse que “se trata de mujeres que terminaron por justificar moral y utilitariamente el uso de la violencia para la consecución de un objetivo con el que están absolutamente de acuerdo”, según la investigadora.

Por todo ello, no puede menospreciarse la potencial amenaza a la seguridad que para países como España puede suponer la radicalización yihadista de mujeres de Europa Occidental. García-Calvo concluye: “A la hora de definir respuestas desde el punto de vista de la seguridad y la prevención, hay que asumir un enfoque de género. No puede diseñarse ningún tipo de estrategia, plan o iniciativa que no contemple a las mujeres como posibles perpetradoras de violencia y objetivo de los agentes de radicalización yihadista”.

La conversación que mantuvimos con Carola García-Calvo se produjo en el marco de las Jornadas de “Seguridad, Terrorismo y Radicalización: Amenazas, retos y respuestas”, que se realizaron en la Fundación Euroárabe el 23 y 24 de octubre.

Carola García-Calvo es investigadora principal del Programa sobre Terrorismo Global del Real Instituto Elcano y profesora asociada en la Universidad Pontificia Comillas. Doctora en Ciencias Políticas por la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), es Máster Oficial en Democracia y Gobierno por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Máster en Globalización por el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset y especialista en Relaciones Internacionales por la Universidad de Manchester. 

  •  Fundación Euroárabe. María de la Cruz Gutiérrez

¡Compartelo!